lunes, 2 de mayo de 2016

30 cosas que aprendí en la universidad

Y que no tienen nada que ver con estudiar

Realmente hace mucho que no pasaba por aquí, y es que una vez más las cosas han estado cambiando mucho, la vida cotidiana, las amistades, etc. No es algo de lo que quiera hablar ahora pero esto considerablemente afecta el tránsito de mis historias, quizás eso cambié en demasía también. 

En fin, navegando por Facebook, me encontré con un artículo que me encantó, en especial porque describía casi en su mayoría situaciones por las que he pasado en mis tres años de universidad y definitivamente pensé que ustedes deberían leerlo también, ya sea que ya hayan pasado la universidad, o como yo, estén en está jungla y sirve también para los que recién van a ingresar. 

Realmente la universidad es una experiencia única, muy espectacular, pero también aterradora, es un camino aunque aparentemente largo, demasiado corto y lleno de experiencias que una y otra vez te harán replantearte tus convicciones, tu ideología y tu vida. Espero les agrade tanto como a mí:

1.- La universidad me enseño a poner cara de comprensión al escuchar una destrucción verbal hacia mis entregas. 

2.- Que no todas las personas son lo que parecen, incluidos los directores de carrera y maestros. 

3.- Que 90% de las personas van a querer verte fracasar (o incluso más)

4.- Que sí es posible hacer todo lo que quieres, pero no al mismo tiempo (Regla de Oro)

5.- Que 85% de las personas no saben por qué escogieron la carrera en la que están 

6.- Que hay personas que son muy inteligentes para la escuela y otras que son muy inteligentes para la vida (En la universidad parece más importante la inteligencia escolar, personalmente, creo que no lo es)

7.- Que las excelencias académicas no te definen como persona (Buenas calificaciones o un título universitario no te harán mejor persona ni profesional, sin humildad y trabajo no puedes ir muy lejos)

8.- Que saber quién eres y estar feliz es más importante que cualquier cosa en la vida (DE VERDAD, no importa cuan importante sea ese examen, valdrá poco si pierdes de vista por qué lo haces, los buenos momentos con la familia o amigos o incluso a ti, no lo hagas ni te ofusques, algunas cosas no volverán) 

9.- Que muchos de tus grandes enemigos se encontrarán en las personas que más querías (Y no hay manera de que pueda hacerte entender esto hasta que lo vivas, incluso si crees que finalmente encontraste a tu núcleo de amigos, puede que esté se haga aún más pequeño, pero al final, que gusto por quienes se quedan!)

10.- Y muchos de tus mejores amigos se encontrarán en las personas que peor te caían (Aunque esto no siempre es así, el mundo está lleno de sorpresas)

11.- Qué trabajar en equipo enseña habilidades básicas de supervivencia para la vida (No importa que carrera estudies o como sea tu vida, está es una regla básica de supervivencia aplicable para casi todo)

12.- Que muchas veces las cosas no van a salir como quieres que salgan (Y en algunas ocasiones, que las cosas no salgan como quieres va a ser el mejor golpe de suerte que puedas tener)

13.- Que hay amores tan grandes que pueden llegar a destruirte (Cierto, muy cierto, pero después de ello uno se levanta más grande, más segura, más fuerte y más viva)

14.- Que los amigos son las personas que pueden mirarte a los ojos mientras te dicen algo que te rompe el corazón (Y es cuando sabes que de verdad son tus amigos y que te dirán la verdad incluso sí duele)

15.- Que cuando mis papás me dijeron "lo hago por tu bien", realmente sí lo hacían por mi bien (La misma cantidad de veces que he renegado porque algo me han prohibido es la misma cantidad de veces que me he evitado un mal rato, sin sus consejos y su guía no sabría que hacer, y no me importa decirlo aunque ya sea una joven adulta) 

16.- Que hay errores que las personas no olvidan (Porque más recordarán algo que se hizo mal o causo daño que diez acciones buenas, y es así)

17.- Que la belleza no está peleada con la inteligencia 

18.- Que hacer lo correcto es mejor que hacer lo que es fácil (Siempre) 

19.- Que sí existen los actos de bondad (Y son aquellos que mayormente vienen de las personas que menos esperaras y son los mejores)

20.- Que existen maestros tan buenos que logran darte enseñanzas más allá de su materia (A todos ustedes, mil gracias por poder ver más que a una alumna, su dedicación y profesionalismo me ha servido un millón de veces de impulso y ejemplo)

21.- Que el sentimiento de "no sé que hacer con mi vida" es inevitable a cualquier edad (Y mentiría sí les digo que no les volverá a pasar, es parte de lo cambios)

22.- Que la inteligencia no se mide por la carrera que estudias. 

23.- Que sí se vale equivocarte (Y he encontrado que es bueno y saludable, de vez en cuando, tragarme mis propias palabras y errores, algunas veces tienen un sabor dulce)

24.- Pero no se vale quedarse estancado en el mismo error. 

25.- Puedes llegar tan lejos como te lo propongas (Por trillado que parezca, tú eres tu propio limite) 

26.- Que a veces un verdadero acto de madurez es cuando dices "necesito ayuda"

27.- Que no se puede ser el mejor en todo (Y eso no está mal)

28.- Que siempre tienes que tener presente la persona que eres en está vida (Una frase que alguna vez me dijeron mis padres es "El amor no debe cambiar tus principios" y es igual en la vida, muchas cosas pueden cambiar, incluso tú, pero tu esencia deberá seguir intacta)

29.- Que participar en eventos estudiantiles puede ayudarte a salir de la depresión (Y yo agregaría que va a ayudarte a salir de ti mismo)

30.- Y qué habrá cosas que te harán pensar que todo en la vida está justo en su lugar (Y son esas mismas cosas las que darán tranquilidad)


Hablando desde mi propia experiencia, la universidad es una carrera de resistencia y supervivencia que me ha derribado mil veces y mil y una me ha enseñado a ponerme de pie, algunas veces con ayuda y otras más sola. No le cambiaría nada y podría decir que tal vez podría disfrutarla de manera diferente, pero no mejor. 

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- Dann.

martes, 16 de febrero de 2016

Media noche

Donde no cuentan las horas


¿Puedes oírme? Estoy hablándote a través de tus pensamientos. Camino aquí me he encontrado con muchos recuerdos que tú tenías bien escondidos de mí...Siempre me has dicho que nos encontramos en cada vida para salvarnos, justo cuando cumplimos cierta edad. 

Hoy me estoy preguntando si realmente es para salvarnos, porque tú y yo somos muy tercos y orgullosos, dos cualidades que quién necesita ser salvado no tiene, y por si fuera poco, nunca admitimos cuando estamos mal, ni siquiera nos lo decimos en voz alta, es una verdad que no se dice. 

He estado pensando que todas estás vidas hemos estado equivocados, tú y yo no podemos encontrarnos una y otra vez para algo tan terrenal como espantarnos los días tristes. Tú y yo, en cada vida, nos encontramos para despertarnos de nuestro letargo. 

No tenemos complejos de héroes, yo no soy el tipo de chica que se sienta a llorar y por supuesto, amor, tú no eres del tipo que se dejaría salvar. Tal vez, nos encontramos siempre para preservar esa realidad que se forma entre tú yo cuando estamos juntos. 

La verdad en sí misma de dos personas que están ya bastante golpeadas por los años como para seguir la narrativa de todas sus heridas, la verdad de querer a una persona sin necesitarla, contemplar la existencia del otro sin querer idealizarlo. 

Contemplarte y poder verte, sin adornar las palabras que usaría para describirte, sin fingir que eres más de lo que eres. Sin culparte siempre que algo no vaya bien, sin esquivar mis pensamientos o como me sienta yo, te busco y me buscas en cada vida porque no hay que decir de más. 

Yo soy, porque tú eres. Tú conmigo, yo contigo, tú contigo y yo conmigo. Nosotros, absurdos obstinados, queriendo ser diferentes, siendo tan iguales. 

FRIDA.

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- Dann.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Por ti

El de alma libre


Llevo un par de años conociéndote, tantos meses queriéndote que no me alcanzan los dedos de las manos para contarlos,  varias noches intentando entenderte y bastantes momentos a solas pensando en todo lo que creo poder comprenderte, aún más de lo que tú crees. 

Me tomó bastante tiempo entender que no tengo nada que entender. Hay personas que son tan libres, tan auténticas que por las circunstancias de la vida, tienen una personalidad totalmente peculiar, un alma irreverente, autónoma, burlona y despreocupada, tú eres así. 

Hace un par de noches, en esos momentos que suelo dedicarte sin que lo sepas, estaba pensando en ti y en mí, pensaba en como no he podido negarme a escucharte todas esas veces que has estado mal, incluso cuando yo estaba peor, en las bromas y el sarcasmo interminable de ambos, en tu manía de Don Juan. 

Esa misma noche te apareciste en mis sueños, en uno de esos totalmente vividos; tú me tenías en tus brazos, en uno de esos abrazos en los que me levantabas del suelo y luego me seguías sosteniendo junto a ti. Cuando desperté, podía sentirte aún allí. 

Y aunque nadie pertenece a nadie, una vez te conocí no quise buscar más. Y es que no hay manera de explicarlo. Mi vida no eres tú, sí te vas voy a seguir con mis planes y mi vida como siempre lo he hecho, no caeré en depresión, no te hostigaré de ninguna manera y seguiré deseando lo mejor para ti.

No te necesito para vivir, pero te quiero para hacerlo. Para que te rías de las imágenes tontas que te envió, para que devores toda la comida que te preparé, para que tu estúpido ego me siga haciendo reír. Te quiero sin condiciones y sin ataduras, sin ningún entendimiento escrito, porque así somos tú y yo. 

El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor....Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta.

Por ti ser del alma libre, yo siento un amor infinito. Cualesquiera que sean tus caminos.

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- Dann.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Para el irreverente

Un año más. 


Antes de comenzar a escribir esto, releí la entrada del año pasado (http://una-adolescente-transitoria.blogspot.mx/2014/12/para-el-irreverente.html) y vaya que muchas cosas han cambiado, cuando la leí recordé muchas cosas y también recordé a la yo del año pasado, la que te escribía en esa ocasión y la que te escribe ahora. 

Hay demasiadas cosas que quiero decirte y realmente no sé por donde empezar. Dicen que cuando nos perdemos un poco quién nos conoce viene y nos recuerda quienes somos. Esas pláticas que hemos tenido hasta la madrugada y las que tuvimos anteriores a esas, todo lo dicho, es cierto, eres un tonto, sigo pensando que lo eres, pero un tonto inteligente y fuerte. 

No sé si te lo haya dicho, pero de manera personal no me agrada felicitar a las personas en su cumpleaños, no me gusta que parezca que es por compromiso o un requisito social, lo que si me gusta es recordarles a las personas lo que son para mí y agradecerles por los días compartidos y más por los momentos. 

Y bueno, tú sigues siendo una persona muy especial en mi vida. desde que me llevabas sandwiches a inglés hasta los días en que intercambiamos mensajes de texto. ya va más de año y medio y en ese tiempo aunque varias veces las circunstancias han cambiado, lo que pienso de ti, no. 

La otra noche tú me dijiste lo que pensabas de mí y yo sólo lo leí y no dije lo que yo pensaba de ti, está ocasión lo diré: Eres irreverente, egolatra y molestón, eso ya lo sabes, pero también eres quien puede compartir mil historias, algunas serias pero en su mayoría divertidas. Eres un absurdo caballero, lo digo yo, que te conozco en diferentes escenarios. Eres más sensible y observador de lo que pareces, y me siento agradecida de saberlo. Siempre escuchas y pones atención a todo aunque no lo parezca. Sientes mucho y dices poco, pero en parte, eso hace más especial todo lo que sale de tus labios. Cuando alguien dice algo sobre ti que crees nadie nota te ríes tímido y aunque en un inicio pareces lleno de seguridad y que tienes todo bajo control, aunque es así, el hombre alto y fuerte también es tímido. Tengo la seguridad de que eres fuerte y te lo repetiría otras mil veces, sabes cuanto puede soportar un corazón y aún así estar listo para ayudar si alguien lo necesita. 

Diría un par de cosas más pero para entenderlas habría que conocerte y por fortuna, yo pude compartir contigo mucho, y aunque después de tanto tiempo ya no somos los mismos, guardamos un poco de cada uno y de mi parte me hace feliz todo lo vivido y todo lo dado. Feliz cumpleaños para ti. Te quiero. 

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sábado, 19 de septiembre de 2015

No hay barreras entre tú y yo.

Sobre los mexicanos, sobre ti, sobre mí. 

Hoy es uno de esos sábados en los que en lugar de quedarme en casa, me levanté temprano, me duche, tomé el desayuno y salí de casa. Hoy es uno de esos días en los que me siento tan feliz como cuando mi primer perrito llegó a casa (y ya tiene 13 años conmigo), hoy es uno de esos días en los que, cómo diría mi pequeña de los risillos de oro (que por cierto, Feliz cumpleaños Ponce!) me siento conectada con todo. 

Ayer, aunque usualmente es un día bastante pesado, fue uno de los más agradables también. Y es que dentro de todas las cosas rutinarias y cotidianas que hago me di cuenta que hago algo que no lo es tanto, y que además la mayoría de los mexicanos hacemos, porqué está en nuestro ser. Lo que escribiré a continuación es sobre ustedes, sobre ellos, sobre él y sobre mí. 

Cierta ocasión, una compañera de la facultad nos preguntó a mis amigos y a mí porque siempre nos dábamos un abrazo al despedirnos, si nos veremos al día siguiente, nosotros respondimos que no sabíamos, que era algo que simplemente hacíamos desde siempre. Y fue una pregunta que no había tenido respuesta hasta hoy. 

Cuando damos un abrazo largo, cuando sonreímos mirándonos a los ojos, cuando ríes a carcajadas con alguien, los mexicamos estamos diciendo algo muy claro, aún sin darnos cuenta, estamos haciendo una declaración: "No hay barreras entre tú y yo", Porque te dejó cruzar mi espacio personal, te dejó interactuar conmigo sin palabras y es que no hacen falta. 

Como cuando sonreímos mirándonos a los ojos, pareciera como si nos conectáramos de alguna manera invisible y para mí es como si pudiera ver y tocar tu alma, sé que parece irracional, sin embargo, siempre he creído que las personas impregnan su ser en cada movimiento y sus sentimientos en cada mirada, y sin ser más, yo disfrutó mucho esa declaración. 

Recuerdo también que mis hermanos y yo desde pequeños tenemos por costumbre besar y abrazar a nuestros padres donde quiera que los veamos, ya sea en casa o en la calle. Y por experiencia de vida, es así como sé que después de establecer confianza con un mexicano, puedo decir con toda certeza que los abrazos tendrán que añadirse a su lista de "costumbres" y que el hecho de no tener barreras, será también una puerta abierta a la peculiar, colorida y carnavalesca vida que los mexicanos llevamos. 

Y es que lo mejor que podemos decir, lo "decimos" sin palabras. 

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Está vez, voy a permitirme un espacio para poder felicitar a uno de los seres que más se conecta con todos y muchas veces sin palabras. Ella es una mujercita que hoy cumple 21. Nos hicimos amigas aún contra los pronósticos y la verdad es que tenerla en mi vida es una aventura. Ella es muy peculiar, muy divertida y más fuerte de lo que podría aparentar. El pensar en la cantidad de locuras que ha hecho y dicho en este momento me hace reír, pero la verdad es que ella forma parte de las personas que han estado en mis momentos más difíciles y en los más bellos también. Ella sabe lo que quiero decir muchas veces sin que diga nada. A veces decimos que es la bebé del grupo por lo tierna y a veces inocente que es.....realmente es adorable que guarde una parte de su ser que continué siendo tan natural como ella es. Aunque no acostumbró felicitar a las personas en sus cumpleaños (Sé lo que piensan) hoy quiero celebrar el tener a alguien así en mi vida y que sea incondicional para mí como yo lo soy para ella. Te amo risitos, Feliz cumpleaños!!

- Dann.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Recuerdos

Que no se olvidan. 

Hace como mil años que no venía por aquí, y no es que no haya querido. Simplemente desde que lo vi, todo perdió sentido. Nada parecía suficientemente lógico o real. Sé que fue a casa a verme varias veces, nunca lo recibí, aún así se quedaba platicando hasta que cayera el alba, entonces se iba a casa y mamá subía a ver si estaba bien, y yo realmente no podía formar una idea lógica en mi mente. 

Durante un mes asistió todos los días y se quedaba hasta las noches, algunas tardes lo veía un par de segundos desde mi ventana, andando por el jardín con mi madre, él me veía y yo me apartaba. Todas las tardes durante un mes escribí, escribí tan frenéticamente que me acababa doliendo la mano, escribí desde mi primer recuerdo, desde que era una niña. 

Cada tarde de escritura me traía un recuerdo nuevo, cómo si por fin hubiera desatado dentro de mí la secuencia que fue mi vida. No había notado que lo único que recordaba era mi vida desde hace dos años. También recordaba la cantidad de pastillas que me hacían tomar diarias y que yo no tenía muy en claro para que eran, pero siempre decían que era indispensable que las tomará. Todas las noches, tres antes de dormir. 

El mismo día que lo vi, ese mismo día que me desvanecí y me tomó en sus brazos deje de tomarlas y fue como sí fuera una recién llegada al mundo, Por un lado todo me parecía nuevo y atractivo y por otro lado, en el fondo sabía que eran cosas que conocía desde hace varias vidas, lucían diferentes, pero al fin y al cabo eran las mismas. Incluso, las mismas almas pero en diferentes personas. 

No sé lo dije a nadie. pero todo lo escribí, tracé toda mi vida en esas hojas color ámbar. Toda mi verdad, por confusa que pareciera, olvide lo que todos me decían y recordé lo pasado. Recordé tanto que al pasar un mes ya tenía 15 cuadernos llenos. Mamá no entendía mi afán por escribir pero sabía que me mantenía tranquila y ella misma me regalaba un nuevo cuaderno cuando lo necesitaba. 

El día 30 él volvió a tocar a mi puerta, esa tarde tomé mi cuaderno, bajé las escaleras y le abrí la puerta. No fue ninguna sorpresa su presencia, lo conocía tan bien que era en parte como verme a mí. Fuimos al jardín y después de una breve plática con mi madre que ya tenía por costumbre, ella se fue. Él no dijo nada, yo abrí mi cuaderno, en mi primer recuerdo y comencé a leer:

16 de Octubre de 1400.

Mamá me despertó hoy muy temprano, vino a mi habitación, me abrazó y me beso con una gran sonrisa en su rostro, me dijo "Feliz cumpleaños mi Bella, hoy mi bebé cumple cuatro años". Mamá lucía muy joven y muy guapa, tenía unos ojos color avellana enormes, que resaltaban aún más por su cabello rojizo, igual que el mío, era una mujer muy dulce y entregada. Esa mañana me llevó a tomar un baño caliente y me puso un vestido blanco, con listones. Después de eso, bajamos y papá me tomo enseguida en sus brazos. A la tarde, casi toda la familia estaba en casa, yo iba de brazos en brazos, hasta que finalmente volví con mis padres, recuerdo que fue un día muy agradable, por la noche me dormí de inmediato después de comer un pan lleno de fresas. 

Miré a Elliot cuando terminé de leer, él estaba sonriendo. Esa fue la mejor respuesta a mis dudas. 

Frida.
Kazán 1993.

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- Dann.

martes, 7 de julio de 2015

Vistas al pasado

En el presente. 

Está mañana salí a caminar, de nuevo estoy en casa, furiosa porque no debería estar aquí, nadie me dice porque estoy en mi año sabático sin pedirlo, nadie me ofrece ninguna respuesta y yo no hago nada más que ofuscarme, tocar y tocar porque me ayuda a distraerme. Comienzan a dolerme las articulaciones pero poco de eso importan. 

No tengo con quién hablar, desde que Finn perdió a su hijo, y yo, prácticamente a un hermano, hemos tomado un distanciamiento enorme. Ahora ni siquiera él puede venir a platicar conmigo. Papá se la pasa encerrado en su estudio, mis hermanos en sus colegios y mi madre, ella no es una opción para mantener una conversación mínimamente cuerda. 

Así que a hurtadillas aquí estoy, cruzando un viejo puente, uno que solía andar con Eliod; cuando de repente comienza a caminar hacía mí, todo él tan imponente como lo solía recordar, su espalda ancha, su cabello perfecto y su sonrisa tan ancha. Siento que mi mundo se cae, siento que voy a vomitar, es simplemente demasiado, me arqueó y él se acerca, sus manos me tocan y yo caigo. 

Minutos después estamos del otro lado del puente, yo estoy sobre su pecho y él me observa detrás de sus pestañas rizadas. Estoy helada. Levantó mi mano para tocar sus mejillas y mis dedos sienten un cosquilleo por su barba en crecimiento pero también sienten algo más, su calor, tan inconfundible, él está totalmente cálido, vivo y frente a mí. 

No sé si es un sueño, sí estoy de nuevo en un cuarto acolchonado o mi mente me está jugando una broma, pero estamos aquí. Me levantó y finalmente cuando lo hago él me toma en sus brazos y yo no hago otra cosa más que hacer lo que siempre hacía, cobijarme en su pecho mientras el sueño sigue, encerrada en sus brazos escucho latir su corazón, está agitado igual que el mío. 

Siempre creí que cuando nos volviéramos a ver vendrían miles de reclamos de mi parten, tantos como pudiera darle, pero no, en cambio, lo único que hago es llorar sin medida, él me calma de la mejor manera que siempre lo había hecho, con una de sus bromas tontas e interiormente me reprochó, no debería reirme, tengo que estar furiosa con él. Pero estoy más que cómoda. 

Platicamos hasta que llegará la noche, sobre mil cosas, evitando siempre el pasado. No necesitábamos tocar el dolor de ambos, solo nos necesitábamos, quizás sólo por el momento, real o no real los dos dejamos las peleas por este pequeño momento que teníamos en el presente. Sé que quizás mi madre no me lo crea, me de varias pastillas y me meta a la cama, pero es demasiado como para que me lo quedé yo, necesitó que alguien me aclaré cual es la verdad. 

Llegó a casa y cuando mi madre me pregunta con quién he estado toda la tarde, yo sólo digo:

Con Elliot.

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- Dann.