martes, 16 de febrero de 2016

Media noche

Donde no cuentan las horas


¿Puedes oírme? Estoy hablándote a través de tus pensamientos. Camino aquí me he encontrado con muchos recuerdos que tú tenías bien escondidos de mí...Siempre me has dicho que nos encontramos en cada vida para salvarnos, justo cuando cumplimos cierta edad. 

Hoy me estoy preguntando si realmente es para salvarnos, porque tú y yo somos muy tercos y orgullosos, dos cualidades que quién necesita ser salvado no tiene, y por si fuera poco, nunca admitimos cuando estamos mal, ni siquiera nos lo decimos en voz alta, es una verdad que no se dice. 

He estado pensando que todas estás vidas hemos estado equivocados, tú y yo no podemos encontrarnos una y otra vez para algo tan terrenal como espantarnos los días tristes. Tú y yo, en cada vida, nos encontramos para despertarnos de nuestro letargo. 

No tenemos complejos de héroes, yo no soy el tipo de chica que se sienta a llorar y por supuesto, amor, tú no eres del tipo que se dejaría salvar. Tal vez, nos encontramos siempre para preservar esa realidad que se forma entre tú yo cuando estamos juntos. 

La verdad en sí misma de dos personas que están ya bastante golpeadas por los años como para seguir la narrativa de todas sus heridas, la verdad de querer a una persona sin necesitarla, contemplar la existencia del otro sin querer idealizarlo. 

Contemplarte y poder verte, sin adornar las palabras que usaría para describirte, sin fingir que eres más de lo que eres. Sin culparte siempre que algo no vaya bien, sin esquivar mis pensamientos o como me sienta yo, te busco y me buscas en cada vida porque no hay que decir de más. 

Yo soy, porque tú eres. Tú conmigo, yo contigo, tú contigo y yo conmigo. Nosotros, absurdos obstinados, queriendo ser diferentes, siendo tan iguales. 

FRIDA.

________________________________________________________________________________________________________________

- Dann.

No hay comentarios:

Publicar un comentario