sábado, 21 de marzo de 2015

La chica del absurdo NO.

Nunca entiende. 

Ya van dos días seguidos que no duermo toda la noche, me despierto por la madrugada y por inercia revisó de inmediato el celular, tras diez minutos intentó conciliar el sueño nuevamente y lo logró por tan sólo dos horas más y nuevamente me despierto como si tuviera una alarma programada en mi cerebro para despertarme cuatro veces durante la noche. 

Está mañana cuando me desperté por última vez, de inmediato me levanté, abrí mis cajones y tome ropa interior, entre a la ducha y en el primer chorro de agua no pude distinguir bien si lo que sentía en mi rostro eran lágrimas o las gotas de agua helada. Lo supe más tarde, cuando bajé la mirada y vi mis brazos alrededor de mi cuerpo y mi piel erizada del frío. 

Quince segundos después abrí la llave del agua caliente y como si fuera de cristal, lave el resto de mi cuerpo con mucha suavidad, pero no dejaba de llorar, la música en mi celular tampoco me ayudaba en nada. Seguían saliendo lágrimas como si tuviera el mar adentro. Sentía tantas ganas de llorar, no sólo era tristeza y decepción, era una desilusión enorme. 

Pregunte por qué siempre a mí, había pasado tanto tiempo corrigiendome, había pasado por tanto y por lo peor y sin embargo, aún no podía tener lo único que quería. Aún no podía ser yo la chica de la que vieran todo lo que tenía para dar y todo lo que daba ya. La devoción con la que se entregaba y lo bien que cuidaba lo que tenía. Nunca era yo esa chica y no lo soy. 

Quería ser yo la del cabello bonito, la que todo le salía bien, quería ser la chica a la que nadie le hace daño. Pero esa no soy yo. Cerré las llaves de la ducha, me envolví en una toalla y caminé a mi habitación, al entrar me miré en el espejo, estaba roja como tomate, tenía los ojos hinchados y las pestañas empapadas.  Me costaba respirar, sentía como si me hubieran golpeado el pecho tres veces.

Me vestí y caminé descalza hasta el espejo y nuevamente me miré, el color rojo de mi rostro ya casi no estaba, toqué mi cabello, estaba realmente mojado, tome la toalla, incline la cabeza y lo sequé. Me di cuenta de algo, sí era la chica del cabello bonito, o al menos para mí lo era, nunca lo cepillaba pero siempre estaba suave y con tanta personalidad que luchaba con la mía. 

Sí era la chica bella pero en definitiva no era la que no cometía errores, tengo errores cada día y el daño es inevitable. Termine de ponerme mascara para pestañas, me puse una pashmina y mis botas, metí mi laptop a la mochila y paré en el espejo; me sonreí, de esas sonrisas pesadas que sueltas después de llorar mares. 

Me sonreí y sabía que, como diría mi buen amiga "ahí algunos que nos toca labrar piedra". No era la primera vez que pasaba un momento difícil en mi vida, de hecho no era ni la mitad de difícil que lo que había que tenido que pasar hace unos meses, pero dolía y dolía mucho, sin embargo a golpes me forje y amé cada uno de ellos porque me hicieron mejor y me prepararon para cada día de mi vida. 

Está vez no era diferente, pero yo sí lo era. Dolía a mares y esperaría lo que hubiera que esperar, porque aunque no sea la chica que nadie daña, soy la chica que siempre estará ahí, y sobre todo, la que sabe como estar. 
Salí de mi habitación, tomé mi chaqueta y subí a mi camioneta, puse una canción de Imagine Dragons que siempre me levanta el animo - On top of the world - y conduje, triste y feliz a la vez, un poco más desahogada y otro tanto más necia, yo seguiría poniéndome de pie. 

____________________________________________________________________________________________________________________

- Dann. 

jueves, 12 de marzo de 2015

8 extrañas razones por las que sigues siendo tú.

12 meses. 

1.- Tu ego, lejos de molestarme me hace reír, eres la única persona que dice a viva voz lo que puede hacer y lo bien que lo hace y por supuesto también me dice otra cosa, lo que quieras hacer, tú puedes. 

2.- Cuando me das un audífono de tu iPod y cantas canciones femeninas, aunque me ría y me burle, adoro que hagas eso. 

3.- No me consuelas, pero me escuchas. Aunque sea difícil de entender, gracias por eso. De alguna manera sé que sabes que no necesito consuelos, soy fuerte y lo sabes, sólo quiero que me escuches y me hagas esas caras que me hacen reír.

4.- Ya sea que me cuentes sobre un partido de fútbol, de frontenis o sobre el empeño que le pones a entrenar a tu pitbull, la pasión con la que hablas, simplemente adoró escucharte. 

5.- Sobre tus tristezas, sé que es difícil que te muestres vulnerable, y todo lo que te ha hecho daño, me duele a mí también, quisiera que nunca nadie te haya hecho sufrir. Agradezco tu confianza, admiró lo fuerte que eres y créeme, no seré yo quien te vuelva a hacer daño. 

6.- Sé que hay muchas cosas que no te gustan hacer, y menos sino tienen nada que ver contigo, y aún con eso las has hecho por mí. 

7.- No me das la razón cuando no la tengo y hacer bromas de eso siempre acaba siendo un chiste.

8.- Eres el hombre más guapo e inteligente que conozco, pero no, no es sólo por eso que te adoro. Eres absurdo, retador e irreverente. Eres el único. 

_________________________________________________________________________________________________________

- Dann.













miércoles, 4 de marzo de 2015

Ya nada es como antes

Y eso no es precisamente malo.

Yo no nací ni crecí en los 70's u 80's donde las cosas se hacían totalmente diferente a como ahora las conozco, no soy de la época en que mandar una carta era el top en comunicación. Nací en los 90's donde no todo era como antes pero tampoco era muy diferente. 
Este semestre por fortuna estoy tomando clase con varios catedráticos que no solo gustan de dar su materia sino de regalarte un poco de su experiencia de vida. 

Esta semana el Dr. Alejandri mencionó en su clase de bioquímica, totalmente fuera de contexto - "El amor es una decisión, si usted cree que es un sentimiento está totalmente equivocado" - y bueno, es deducible pensar que no sólo por la ciencia es que ya tomo por costumbre sentarme entre las primeras bancas. Su opinión sobre el amor, venido de alguien que estudia ciencias, es curiosa. 

Una de mis compañeras de clase, con la que no comparto variadas opiniones dijo que no creía en el amor y mucho menos en el amor eterno. El Dr. Alejandri le preguntó si le habían roto el corazón, y después preguntó abiertamente a quién jamás le habían roto el corazón, dos cosas obvias, mi compañera y yo no levantamos la mano. Increíblemente una chica de mi clase lo hizo. 

Tanto el hecho de que una de mis compañeras jamás haya tenido el corazón roto como que otra ya no crea en el amor fueron carta abierta para traerme pensando toda la semana. Debe ser maravilloso no tener roto el corazón, jamás haber llorado por alguien ni levantarte al otro día con los ojos hinchados, pero les diré algo, para mí no lo es. 

Cada chico con el que compartí mi tiempo, ese tan valioso que jamás volverá, me dejó algo. No los amó y no los quiero, pero si siento una considerable gratitud por ellos, cada uno me hizo ser mejor persona, cada uno colaboró en mi vida. Y no, ellos no me cambiaron, fui yo. Otra cosa que el Dr. Alejandri dijo es que 80% de lo que vivimos se basa en actitud y lo que yo recordé de inmediato fue lo que dice mi padre "la vida es de decisiones". Y yo decidí tener una buena actitud para las múltiples veces que me rompieron el corazón. 

Juiciosamente diría que no cambiaría ninguna de esas veces, sería como cambiarme a mí misma, quitarme algo de lo que ahora decido ser. Y retomando la opinión de mi otra compañera sobre que el amor no existe, mmmmh, TOTALMENTE EN DESACUERDO. Lastima que haya decidido cerrarse a una de las mejores experiencias de la vida. 

Sin embargo y personalmente, les puedo decir que en este momento para mí, el amor sí es una decisión. Cada día lo elijó a él. Cada día siembro una nueva razón para quererlo y amarlo como lo hago. Y como mencioné en un inicio, aunque ya nada es como en la era de mis padres o abuelos. El amor y la forma en que lo vivo sigue siendo bella. 

Cambié las cartas por WhatsApps, sí, ¿y qué? Debido a que ambos estudiamos la universidad el tiempo para vernos es poco, regularmente pasamos el domingo entero juntos. Y quedarnos en casa viendo una de nuestras series favoritas es la mejor cosa del mundo. Cada quién construye su amor de la mejor manera, no importa la época. El amor sigue siendo amor. 

Y aunque poco queda de la genuinidad de las cosas, no todo está mal. 



_____________________________________________________________________________________________________




- Dann.