Y como nunca ..
Mientras oía tu voz tras el teléfono me quedé helada e inerte, como hubiera querido que en ese momento hubiera un lugar donde sentarse y que toda la gente a mí alrededor desapareciera y el tiempo no siguiera corriendo, como hubiera querido que mi enorme yo no se hubiera ido a esconder a un rincón y me dejará sola. Como hubiera querido que jamás me hubieras dicho eso.
Pero lo dijiste. y de nuevo sentí ese miedo. Está vez era real y no pudo haberme golpeado más. Por un momento me olvide de respirar hasta que me dolió el pecho exigiendome aire. me fui y me senté en el balcón de esa vieja casa, el que da vista a un enorme campo. Se me siguió helando el cuerpo porque ya era otoño y el piso de ese balcón lo sabía.
Entonces recordé. La primera vez que te vi, me pareciste totalmente lejano, muy serio y reservado, abstracto de todo; yo llegaba cada día a ese lugar riendo y tú seguías igual de serio, hasta que un día y de algún modo mi risa entro en ti y reíste conmigo, sólo fueron un par de segundos pero sólo eso basto para querer seguir asistiendo a esa plaza.
Cada día parecías avanzar un poco más hacía mí pero no lo habría creído hasta que cruzamos las primeras palabras muy simples pero muy precisas "Te quiero" - con tu voz fuerte y tus labios rosas. Y yo disfruté de repetir ese te quiero una y otra vez en tus ojos, los de color café, mi favorito. Y yo te respondía entre sonrisas.
Amé y admiré desde siempre tu caballerosidad, no sé de donde la habrás sacado pero te va muy bien. Adore que me contarás tu historia, toda ella, aunque en algunas partes sentí celos de no haberte podido cuidar desde siempre, sentí celos de quien tubo tus miradas antes y sentí resentimiento por quién te hizo daño. Y nunca había deseado tanto sanar a una persona incluso si implicaba un sacrificio como lo desee contigo.
No era la primera, ni tú tampoco lo eras, pero supimos serlo el uno para el otro. Supimos crear un mundo donde eramos nuevos seres, solo tú y yo podíamos estar. Y en ese mundo, amé cada parte de mi, me enseñaste a amarme, amandome tú con devoción. Y allí mismo te amé yo, sin intermitentes. Cada día y sin dudar.
Tu risa se volvió motivo de la mía, tus problemas me volvieron calma para ti. Por ti soy vulnerable y fuerte, por ti lo soy todo y soy ilusión. Por ti quiero y por ti prometo de nuevo hasta una vida entera. Quisiera poderte dar todo lo que no has tenido, y aún así, no sabrías la maravilla que es poder quererte.
Sabemos como somos pero a veces lo olvidamos. Necesitamos una razón para todo y cuando no la tenemos no queremos nada. Deseamos una vida como la imaginamos pero no soportamos los malos ratos. Una vez alguien me pregunto si mi mascota era feliz, yo respondí que era inmensamente feliz pero que no lo sabía, me preguntaron porque y yo dije que porque él jamás había conocido el dolor.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
De un momento a otro volví, estaba lloviendo o quizás el cielo trataba de imitar el huracán que arreciaba dentro de mí, no lo sé, pero me di cuenta que la lluvia competía conmigo por llenar los mares, ambas llorábamos raudales, ambas para desahogar nuestro peso.
Me levanté del piso empapada y oí un gemido tan profundo ... se me había roto el alma .......
_______________________________________________________________________________________________________________________
- Dann.
No hay comentarios:
Publicar un comentario