lunes, 3 de marzo de 2014

Y el final..

No es más que otro inicio.

Está mañana desperté muy agitada y empapada en sudor, alguien apareció entre mis sueños, tenía unos grandes ojos oscuros y embaucadores, me estaba mirando, yo estaba de pie frente suyo, minúscula y extasiada, los parpados no me hacían suficiente espacio para introducir su imagen en mí, levanté mi mano y pase mis dedos por su mentón sin razurar, no lo recuerdo de antes, pero pareciera que él si me recordaba a mí, poso sus manos en mi cintura y me acuño en su pecho, después dijo "Frida" lento y al oído y adquirí de inmediato ese nombre, con sus mil historias. 

Caminamos por algún parque y de repente nos detuvimos, frente a una fuente de espejos, me miré y tenía el cabello revuelto y combinado con mis ojos, ambos del mismo color, y me veía relajada, así me sentía. Pareciera que los sueños nos mandan a otra vida, donde sólo pasa lo que uno quiere que pase, sin condicionantes ni determinantes. Donde no hay un límite de tiempo, y donde no podemos ser alcanzados por nuestros propios demonios. Los sueños, son los que pertenecen a salvo dentro de nosotros mismos, hasta antes de ser pesadillas. Pero yo no sabía en que parte de la historia estaba, ni cuando vendría un final y un inicio de ciclos interminables. 

Por esa noche el reflejo de ese sueño y ese espejo era yo, sólo que mostraba más que la piel, me dejaba ver algunos lugares dentro de mí que estaban oscuros, profundos y frescos. Él, lucía fuerte, con una piel cálida y perfecta, me atraía, y más que eso, me mataba la oscuridad, la blancura y el fuego de su ser. Luego me tomo de la mano y sentí un frío que calaba, entonces, desperté. 

*    *    *    *    *

Hace días que no salgo al jardín, ni siquiera me han dejado salir de aquí, las únicas personas constantes en está habitación son las mucamas, y mamá uno que otro día, no sé donde se ha metido papá, no sé que sucede, no veo a Elisa y a Finn desde hace 9 días, si la cuenta de los amaneceres no me falla, y .... la última vez que los vi, fue en el puerto, pero ... eso no puede ser real. 

Necesito ordenar mis pensamientos, tengo la secuencia perdida y nombres revueltos, pero el dolor de cabeza no me deja pensar, me han dado pastillas de tantos frascos y yo sólo me siento peor. Me siento muy débil, los ojos se me apagan, y la mente me da flashazos que no reconozco, Nadie me dice nada y yo sólo puedo sentir que me pierdo más cada que me quedó dormida después de esas pastillas. Yo ya no me domino, ya no soy Frida ....... ya soy de nuevo esa chica de la bata blanca.....

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- Dann.

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