Desconocido.
Sabes, justo ahora y como casi siempre desde las últimas dos semanas, tengo infinitas cosas que hacer, aunque a decir verdad, está semana y la otra, más, porque es final de semestre y además en el trabajo hay miles de proyectos por escribir, y sin embargo aquí me tienes, por una razón muy simple. Me has hecho sonreír.
He estado tratando de recordar cuando fue la última vez que me sentí así de nerviosa por alguien, y aunque si sé cuando fue la última vez, debo decirte que se siente maravilloso sentirlo de nuevo. No sabes quién soy o quizás y sí, soy la chica que has pescado un par de veces mirándote y que desvía la mirada cuando te das cuenta.
Si supieras la cantidad de cosas que han pasado para que yo llegará hasta este momento comprenderías porque estoy escribiendo de ti, porque me hace feliz cruzarme contigo por los pasillos y porque disfruto tanto haberme dado cuenta de tu existencia. No me mal interpretes, no voy a acosarte ni obsesionarme contigo, simplemente estoy agradecida y feliz por lo que tú has hecho.
Y lo que has hecho es hacerme saber que puedo volver a ilusionarme con una persona como si nunca me hubieran hecho daño. Que la naturalidad de mis sentimientos sigue intacta. Que mi sonrisa, la mejor de todas, sigue ahí. Simplemente, que puedo seguir porque puedo amar.
No sé tu nombre, no sé quién eres ni como eres, no sabes mi nombre, quién soy ni como soy, no tienes idea lo bien que me haces, porque para mí, eres esa persona designada por la vida para recordarme lo que había olvidado o mejor dicho, lo que tenía miedo de recordar.
Gracias totales desconocido.
___________________________________________________________________________________________________________________
- Dann.