Cuando sólo decirlo no basta..
No digo nunca algo en lo que no crea, pero mucha veces, lo que más creo no puedo decirlo con palabras, no me alcanzan y soy torpe para hablar, prefiero escribir o simplemente demostrar. Porque para los que hablar es impreciso, tenemos por más, cada acto que damos y recibimos.
Hablar frente a un grupo de personas me parece intimidante, cada uno listo para hacer caer tus palabras, incluso intentar cambiar tu perspectiva, los juicios emitidos a cada momento. Podría parecer falta de confianza, pero soy un poco celosa respecto a quien le comparto lo que pienso.
Cuando me decido a hablar, hablar realmente, con un objetivo, con fundamentos, con libertad, no hay palabras que me alcancen, las cosas a expresar son demasiadas, el tiempo vuela y la compañía se atesora, porque de hablar contigo hasta parecer un poco loca, te he dado un pedazo de mí, y tú me has dado tu confianza.
La mayoría de lo que comunicamos no es de manera verbal, sino por medio del cuerpo y encuentro esta manera de comunicarse, muy pura. Las palabras quedarían secas y vacías sino estuvieran acompañadas de la expresión corporal. En cambio, la expresión corporal no se queda seca ante nada, es tan completa que todos saben leerla, sólo basta un poco de atención.
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¿Sabes Elisa? La primera vez que tuve un contacto intimo con Elliot, fue con una mirada, dejar de mirar su cara como un todo y mirar, realmente mirar sólo sus ojos, leerlos, disfrutarlos y perderme en ellos y en la cantidad de cosas que tienen para contarme. Fue único y aún recuerdo la primera vez que esto sucedió. Sé que tú también lo has sentido y que me entiendes.
Desde entonces las palabras se me fueron, me quedé sin aliento, y parecí una chiquilla nada interesante. Lo cierto es que tan fuerte fue este toque íntimo, que la voz del cuerpo acudió de inmediato al llamado, anulo mi torpeza y decidió ser ella quien hablará por mí, quien diera a leer mis emociones, dejándose conquistar por el reflejo de él.
Así te habló Elliot, sin palabras, sólo con el reflejo físico de mis emociones. Porque es más fácil sonreírte que decirte que te encuentro fascinante, porque río de diversión y comodidad, porque me quedó quieta, casi al grado de perderme porque me calmas, me elevas y me pierdes.
Sí, pueden parecer palabras fuertes, es por eso que no las digo y en cambio dejó que me leas, que me leas físicamente ....... Disfruta la lectura porque eres parte de mi escritura.
- Frida Obvlin.
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Dann.