Alguien que existe sólo para este texto.
Un sábado a la noche, y ya quería morir.
(Frida físicamente podría parecer nada más que otro estereotipo, no lo es).
* * * *
- Frida, tú sabes que esto nada cambia, es parte del pasado- (Otro chico más que existe para este texto), Elliot.
¿Qué nada cambia? Ahora todo se movía, de nuevo y sin ningún control, la reconstrucción de esta parte de su vida, se venía abajo, sin previo aviso y sin sobrevivientes. ¿Cómo demonios puede decir que nada cambia? ¿Cómo podría Elliot llorar y rogar a los pies de Frida y luego decir esas palabras tan despreocupadas? Esto no va a acabar sin saldos blancos.
- TODO, todo cambia Elliot, demonios, ¡entiéndelo! Esto es más que el pasado, lo arrastraste hasta a mí, tu presente - Frida no pudo más, cayó, y todo se volvió oscuridad en sus manos.
Elliot se niveló con Frida y con la voz avergonzada, sólo dijo:
- Perdóname Frida, sólo ... perdóname por favor, nunca quise hacerte daño, esto sólo es asunto mío, y no pensé que nadie lo trajera de vuelta hacía a mí, jamás.
- No podría sentirme más tonta, más terrible o más sucia. ¿acaso no piensas cuánto pudo dañarle esto? Debí haberlo notado antes. ¿pero sabes que es lo peor? Que nada de esto ha pasado totalmente, sigue flotando cada día como neblina, esto no ha acabado, pero no quiero hacer más daño, cuando apenas y tengo algo que ver con esto. Elliot - Frida imploro sosteniendo las palabras en su garganta - ahora sólo quiero que te alejes tanto de mí como puedas...
¿Cómo la vida aplaza las noticias en el momento justo que crees que todo esta bien? Nadie lo sabe, pero esto es pesado como la tierra. Quizá la tierra se sienta bien sobre uno, tan pesada que apagará todo. Nunca quise hacer daño alguno, esto me sigue tocando la piel tanto como es posible, estoy dando todo por no llorar ahora, porque todo siga como antes, porque su pasado no me arrastre a mí, estoy dando todo por no sentirme tan miserable como me siento. Esta noche, entre a la ducha y no podía sentir si quiera el calor del agua casi hirviendo sonrojando mi piel, ni mucho menos el aire frío después en el balcón. Ahora no puedo sentir nada, estoy de nuevo transitando solamente, sólo yo, sólo yo y mi poco sentido de la realidad. Lamento esto, lamento dejarlo, pero oscuramente, no lamento el pasado.
Frida.
Kazán, 1992.
_______________________________________________________________________
- Dann.